Ómnibus Deseo 530
Dulce como la seducción
Era una auténtica tortura verla todos los días y no poder tenerla...
El chef Kristoffer Rex, más conocido como Kit, era cálido, puro y sencillo, pero estaba fuera del alcance de Sabrina Bliss. Por culpa de una apuesta, Sabrina no podía acostarse con ningún hombre durante un año... a menos que se enamorara. No obstante, gracias a una dieta basada en el chocolate, había conseguido suplir los placeres del sexo.
Por alguna razón, Sabrina se negaba a acercarse a él, pero Kit no estaba dispuesto a aceptarlo así como así. Estaba claro que le encantaba el chocolate, de hecho lo comía cada vez que él se le acercaba. Así que tendría que valerse del delicioso manjar para seducirla... y sería una dulce seducción.
Algo dulce
El rebelde estaba a punto de encontrar la horma de su zapato...
Mackenzie Bliss se alegraba mucho de que su hermana fuera tan feliz, sólo deseaba tener la misma suerte. Por culpa de su apuesta, acababa de abrir una tienda de caramelos, había dejado a su aburrido novio, y se había cortado el pelo. Pero su nuevo yo no estaba preparado para que el amor de adolescencia apareciera en su casa, por eso Mackenzie no supo cómo reaccionar.
Devlin Brandt siempre había sido el rebelde del instituto, pero Mackenzie jamás lo había tratado así. Aunque se negara a admitirlo, Devlin siempre había sabido que ella sentía algo por él y él no había querido hacerle daño. Pero ahora Mackenzie era toda una mujer... una mujer de la que le resultaba muy difícil mantenerse alejado, aun sabiendo que eso los metería en un lío pecaminosamente dulce...
Über den Autor Carrie Alexander
Von Anfang an stand fest, dass Carrie Alexander einen kreativen Beruf ausüben würde. Bereits als Kind hatte sie eine überaus lebhafte Fantasie, dachte sich Geschichten aus und malte viel. Schließlich wurde sie Bibliothekarin. Sie versuchte sich in ihrer Freizeit an Horrorgeschichten und malte in Öl. Damals entdeckte sie ihre erste Romance. Sie las sie mit Begeisterung und dachte: "Hey, das kann ich auch!" Seit dieser Entdeckung verfasst sie Liebesromane, die ihr verschiedene Auszeichnungen eingebracht haben. Ihre schönste Belohnung sind jedoch nicht Preise, sondern die Kontakte mit den Leserinnen, die sie durch ihre Bücher geknüpft hat. Carrie Alexander lebt im Norden von Michigan, wo sie sich in den harten Wintern mit lesen die Zeit vertreibt. Wenn sie nicht liest oder schreibt - was selten vorkommt - arbeitet sie an ihrem eigenen Haus, hilft Freunden bei der Inneneinrichtung, schaut im Fernsehen Footballspiele oder schippt, wenn nötig, Schnee.